por Kevin Frank
Alumno del Diplomado en Fotografía 2015
Ensayo para Teoría de la Imagen II
Impartido por Luisa González Reiche
Definir qué es Arte es como definir al ser humano. Esa criatura en constante cambio, en cuyos productos materiales vemos reflejadas las transformaciones de su psique. A partir de ello podríamos asegurar que la belleza, lo sublime, lo feo, lo cómico, lo grotesco sólo existen en la mente humana pero tal afirmación sería un “pecado” antropocéntrico, tan grave como la visión de que todo tiene un origen divino. El arte juega, sin embargo, un papel en el conocimiento de ésos conceptos, a modo de una revelación catártica más que como un documento cronológico del devenir histórico.
Fotografía por Kevin Frank
El acercamiento al arte en función de encontrar su definición puede ser cronológico pero no necesariamente debe serlo. Goethe escribe: “El que no sabe llevar su contabilidad por espacio de tres mil años, se queda como un ignorante en la oscuridad y solo vive al día”, como fundamento metódico, mientras Carl Jung expone una perspectiva más empirista: “Ciencia es el arte de crear ilusiones convenientes, que el necio acepta o disputa, pero cuyo ingenio goza el estudioso sin cegarse ante el hecho de que tales ilusiones son otros tantos velos para ocultar las profundas tinieblas de lo insondable.” Esto me lleva a pensar que el arte, más que requerir una explicación, requiere de una respuesta pensante.